Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691 ¶ ¡Cuán hermosos son tus pies en los calzados, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro. 2 Tu ombligo, como una taza redonda, que no le falta bebida. Tu vientre, como montón de trigo, cercado de lirios. 4 Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, como las pesqueras de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco. 5 Tu cabeza encima de ti, como la grana; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores. 8 Yo dije: Subiré a la palma, asiré sus ramos. Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, y el aliento de tu nariz como de manzanas; 9 y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los que duermen. 12 Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si florecen las vides, si se abre el cierne, si han florecido los granados; allí te daré mis amores. 13 Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas , nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado. |