Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691 ¶ Y estas son las cabezas de sus padres, y genealogía de aquellos que subieron conmigo de Babilonia, reinando el rey Artajerjes: 3 de los hijos de Secanías y de los hijos de Paros, Zacarías, y con él, genealogía de varones, ciento cincuenta; 13 y de los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son éstos, Elifelet, Jeiel, y Semaías, y con ellos sesenta varones; 15 Y los junté junto al río que viene a Ahava, y reposamos allí tres días; y habiendo buscado entre el pueblo y entre los sacerdotes, no hallé allí de los hijos de Leví. 16 Entonces despaché a Eliezer, y a Ariel, y a Semaías, y a Elnatán, y a Jarib, y Elnatán, y a Natán, y a Zacarías, y a Mesulam, principales; asimismo a Joiarib y a Elnatán, sabios; 17 y los envié a Iddo, capitán en el lugar de Casifia, y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar a Iddo, y a sus hermanos los netineos en el lugar de Casifia, para que nos trajesen ministros para la Casa de nuestro Dios. 18 Y nos trajeron (según la buena mano de nuestro Dios sobre nosotros), un varón entendido de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel; y a Serebías con sus hijos y sus hermanos, dieciocho; 19 y a Hasabías, y con él a Isaía (Jesaías ) de los hijos de Merari, a sus hermanos y a sus hijos, veinte; 20 Y de los netineos, a quienes David con los príncipes puso para el ministerio de los levitas, doscientos veinte netineos, todos los cuales fueron declarados por sus nombres. 21 ¶ Y publiqué ayuno allí junto al río de Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para buscar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda. 22 Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es sobre todos los que le buscan para bien; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan. 24 ¶ Aparté luego doce de los principales de los sacerdotes, a Serebías y a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos; 25 y les pesé la plata, y el oro, y los vasos; la ofrenda para la Casa de nuestro Dios que habían ofrecido el rey, y sus consultores, y sus príncipes, todos los que se hallaron de Israel. 26 Pesé, pues , en manos de ellos seiscientos cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro; 27 además veinte tazones de oro, por mil dracmas; y dos vasos de bronce limpio muy bueno, preciados como el oro. 28 Y les dije: Vosotros sois santidad al SEÑOR, y los vasos son santidad; y la plata y el oro ofrenda voluntaria al SEÑOR, Dios de nuestros padres. 29 Velad, y guardadlos, hasta que los peséis delante de los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y de los príncipes de los padres de Israel en Jerusalén, en las cámaras de la Casa del SEÑOR. 30 Los sacerdotes y levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los vasos, para traerlo a Jerusalén a la Casa de nuestro Dios. 31 ¶ Y partimos del río de Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, el cual nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino. 33 Al cuarto día fue luego pesada la plata, y el oro, y los vasos, en la Casa de nuestro Dios, por mano de Meremot hijo de Urías sacerdote, y con él Eleazar hijo de Finees; y con ellos Jozabad hijo de Jesúa, y Noadías hijo de Binúi, levitas; 35 Los que habían venido de la cautividad, los hijos de la transmigración, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel, doce becerros por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos por expiación; todo en holocausto al SEÑOR. 36 Y dieron los despachos del rey a sus gobernadores y capitanes del otro lado del río, los cuales favorecieron al pueblo y a la casa de Dios. |