Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691 ¶ Estad, pues, firmes en la libertad en que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre. 3 Y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a hacer toda la ley. 6 Porque en el Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión; sino la fe que obra por la caridad. 10 Yo confío de vosotros en el Señor, que ninguna otra cosa sentiréis; mas el que os inquieta, llevará el juicio, quienquiera que él sea. 11 Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? Pues que quitado es el escándalo del madero. 13 ¶ Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión a la carne, sino servíos por la caridad los unos a los otros. 15 Y si os mordéis y os coméis los unos a los otros, mirad que también no os consumáis los unos a los otros. 17 Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagáis lo que quisierais. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. 24 Porque los que son del Cristo, han colgado en el madero a la carne con sus afectos y concupiscencias. 26 No seamos codiciosos de vana gloria, irritándose los unos a los otros, envidiándose los unos a los otros. |