Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691 ¶ Después de estas cosas vino la palabra del SEÑOR a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. 2 ¶ Y respondió Abram: Señor DIOS ¿qué me has de dar, siendo así que yo ando solo, y el mayordomo de mi casa es el damasceno Eliezer? 4 Y luego la palabra del SEÑOR vino a él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas, aquél te heredará. 5 Y le sacó fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente. 7 ¶ Y le dijo: Yo soy el SEÑOR, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. 9 Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. 10 Y tomó él todas estas cosas, y las partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de otra; mas no partió las aves. 12 ¶ Y fue que poniéndose el sol cayó sueño sobre Abram, y he aquí que un temor, una oscuridad grande cayó sobre él. 13 Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y les servirán, y serán afligidos cuatrocientos años. 16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aun no está cumplida la maldad del amorreo hasta aquí. 17 ¶ Y sucedió que puesto el sol, y hubo una oscuridad, y he aquí un horno de humo, y una antorcha de fuego que pasó por entre las mitades. 18 Aquel día hizo el SEÑOR pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; |