Mata y Come: La interpretación de la visión de Pedro

Fecha: 07/01/2020

Realmente, ¿luego de la muerte de Yeshúa podemos comer de todo? Quiero que te hagas una pregunta... antes de venir a los pies de Yeshúa (Jesús) si no te preocupabas de como comías, no sabías lo que era tomarte un día de descanso y asistías cuanta fiesta mundana ¿crees que Yeshúa murió por ti para que sigas viviendo como eras antes?

Muchos podrían decir: Claro que no, Él me ama tanto que no quiere dejarme igual. Pero, lo lamentable es que muchos reconocen este hecho pero predican lo contrario. Hablan de que nuestro cuerpo es templo del Espíritu, pero no lo reconocen como tal. Cuando lo reconocemos como tal, no debemos llenarlo de inmundicia. 

Leamos la porción de Hechos 10:9-16...

"Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis; y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo."

La interpretación de la visión la vemos en Hechos 10:28-29

"Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; PERO A MÍ ME HAN MOSTRADO YEHOVÁH QUE A NINGÚN HOMBRE LLAME COMÚN O INMUNDO; por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me habéis hecho venir?"

Pedro entendió que Yeshúa no vino a limpiar los animales inmundos los cuales no se deben comer según lo establece su Padre en Levítico 11, Deuteronomio 14 y Génesis 1:29; si no que Yeshúa había venido a limpiar los pecados de los hombres. Pedro había obedecido estas reglas de alimentación siempre, por eso su contestación "Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás."
En Galatas 1:8-9 dice: "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro mensaje diferente del que os hemos anunciado sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente mensaje del que habéis recibido, sea anatema."

Pedro tuvo que analizar lo que se le había puesto de frente, por que Dios mismo no tiene sombra de variación ni muda su palabra. Yehováh no dice una cosa para después cambiarla, Él no dió unas reglas de que cosas comer y que no; para después decir "no quise decir eso".  Hay que tener siempre esto en mente:

- La Palabra del Señor permanece para siempre (1 Pedro 1:25).
- Yehováh no es hombre para que mienta (Número 23:19).
- En Yehováh no hay tinieblas, ni sombra de variación (Santiago 1:17).
- Recordemos que ninguna mentira procede de la verdad (1 Juan 2:21)

Si Yeshúa hubiese enseñado el cambiar lo que su Padre estableció, hubiese sido un falso profeta (Deuteronomio 13), además se hubiese contradecido a sí mismo ya que Él es la Palabra hecha carne. Pedro estuvo aprendiendo cara a cara con Yeshúa, si le hubiese enseñado lo contrario, ¿no creen que la respuesta de Pedro hubiese sido otra?

Lo que Pedro vio como semejante a un gran lienzo, fue una red así como la parábola de La Red. "Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera." - Mateo 13:47‭-‬48

Así que cuando recibió la visión del cielo, podría entenderse como: "Pesca" y "Cena". Ya que Pedro junto con otros discípulos fueron llamados Pescadores de Hombres. Pedro fue con ellos, como un pescador de hombres para el Reino y se sentó a la mesa con ellos para compartir el pan de la Palabra (Hechos 11:3).

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"YHVH te bendiga y te guarde; YHVH haga resplandecer su rostro sobre tí,
y tenga de tí misericordia; YHVH alce sobre tí su rostro y ponga en tí paz."
- Números 6:24-26