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Fecha: 02/25/2019
Cuando era niño viajaba en la guagua escolar y recuerdo que todos los días muchos niños se sentaban atrás para darle cantazos en la cabeza a los que se sentaban alfrente. Yo estaba en primero o segundo grado y no era la excepción; los niños desde sexto a noveno grado disfrutaban pegarle en la cabeza a los que estaban alfrente. Todos los dias cuando se acababan las clases me sentía muy agobiado pues tenia que montarme en la guagua escolar a sufrir la misma rutina. Un día me golpearon bien fuerte y me enojé, y uno de ellos me engañaba diciendo que otro me lo había hecho y me incitaba a que yo le hiciera lo mismo y que ellos lo aguantaban. Yo no quería hacerlo, pero por su insistencia me llevó a la decisión de darle un cantasito en la cabeza. Esta fue la peor decisión que pude haber tomado en esa situación. El niño se llenó de furia y como era más grande que yo se echó encima de mi lanzando un ola de puños en mi cabeza. Siendo ignorante no entendía las consecuencias de mi decisión, salí lastimado y con la cabeza llena de hendiduras. Me hubiese gustado arreglar el problema de la forma correcta, pero en ese entonces no tenía madurez porque todavía no había conocido a Yeshúa. Yeshúa enseñó a las personas que le seguían lo siguiente: “27 Mas a vosotros los que oís, digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 28 Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun la túnica le defiendas. 30 Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.” La solución a ese problema en la guagua escolar se encontraba en las enseñanzas de Dios: "Haz a otros todo lo que quieras que te hagan a tí". No debí pagar mal con mal pues pagar el odio con odio genera más odio y esta enseñanza nuestro Señor el Mesías nos las dá. Si hubiese contado con los consejos de Yeshúa mi vida hubiese sido mejor. Hubiese estado capacitado para solucionar los problemas que tenía en la vida. Sin embargo, nunca es tarde y los consejos del Creador llegaron a mi vida para transformarla, y de esta manera volver a nacer para así poder manejar sabiamente los problemas del día a día. “3 Respondió Yeshúa, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el Reino de Dios. El Espíritu representa toda la Palabra de Dios y todo su consejo. Cuando conocemos a Dios y prácticamos lo que nos enseña entonces volvemos a nacer, pues no dejamos que nuestras emociones (la carne) tomen control sobre nuestras vidas. “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado, son Espíritu y son vida.” Todos tenemos problemas en la vida, algunos tienen problemas muy grandes mientras que otros tienen problemas pequeños que ellos sienten son enormes. Sin importar el tamaño del problema los mismos son causados por las decisiones que tomamos a diario. Algo tan simple como una decisión puede impactar el transcurso entero de tu vida. Si llegaste hasta aquí leyendo y quieres tomar la decisión de seguir los consejos del Mesías, de creerle a Yeshúa sabiendo que solo el tiene la solución a tus problemas; Hoy es el día para comenzar de nuevo le puedes decir al Señor: "Yeshúa quiero conocer tus consejos y ser lleno de tú sabiduría para enderezar mi vida, reconozco que he pecado y me arrepiento. Perdono a los que han hecho mal contra mí, de esta manera entrego mi vida a tí, creyendo en el Padre mi Creador, Yeshúa mi Salvador quien entrego su vida por mis pecados y tu Espíritu Santo sea mi guía, Amén.” ¡YHVH te Bendiga! Comentarios
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